Enrique Basarte y Elisa Úcar son dos enamorados de la viña, de la tierra, del vino; de esos vinos inefables que son un gozo de los sentidos y nos hacen disfrutar de la vida. Domaines Lupier cuenta con veintisiete pequeñas parcelas con viñas viejas de garnacha negra, compradas y rescatadas una a una expresamente para este proyecto. Elisa y Enrique, tras años de experiencia en el sector vitivinícola, y convencidos de que un gran vino se hace en el viñedo, rebuscaron y examinaron los terroirs de diversas zonas hasta que dieron con lo que querían: viñas viejas de garnacha negra con diferentes suelos, orientaciones y altitudes —entre los 400 y los 750 metros—. 27 tesoros, algunos de ellos de principios del siglo XX, que expresan de manera inmejorable en el vino el terruño del que proceden.