Pablo Arranz y Andrea Sanz comenzaron a recuperar el viñedo viejo familiar allá por 1.999. Unos años más tarde, en 2005 realizaron las primeras pruebas de vinificación (parcelas, variedades, barricas, …) Hoy en día trabajan cerca de 40 microparcelas (15 hectáreas) de cepas viejas (80-150 años) y jóvenes (15 años).
Los viñedos se sitúan en los municipios de Quintana del Pidio y La Aguilera (Burgos) en las laderas del río Gromejón, terroir denominado como “la Borgoña de la Ribera del Duero”.
La mayor importancia de la bodega la recoge la variedad Tinto fino, y la diversidad genética de sus parcelas. A la vez investigan otras variedades existentes en los viejos majuelos que poseen como la Albillo, Viura, Garnacha y Bobal. Utilizan los aspectos que consideran más interesantes de la viticultura ecológica, biodinámica e integrada.