El entendimiento de la vocación de cada pago y viñedo es imprescindible en el proyecto de La Barajuela. Jerez ha perdido parte de su identidad que le hizo ser famosa, por tener los vinos blancos más concentrados y sápidos de Europa y con este proyecto, se vuelve al origen del fino jerezano.
VARIEDADES
100% Palomino
VIÑEDO
Las uvas que dan origen a La Barajuela proceden de la histórica viña de El Corregidor en pleno centro del interior pago de Carrascal. El suelo es una Albariza de Barajuelas, famosa por tener una marga laminar que recuerda al perfil de una baraja de cartas. El viñedo tiene 40 años y esta podado a moflete. Una forma particular de conducción jerezana para viñedos que ya no son capaces de seguir en vara y pulgar. El rendimiento es de unos 5.000 kgs/Ha debido a la vejez y al tipo de poda. La vendimia se realiza en un continuo durante casi 2 meses. Los vendimiadores van recorriendo el viñedo desde principios de agosto hasta final de septiembre seleccionando racimos para diferentes tipos de vinos.
ELABORACIÓN
Los primeros días se recogen los racimos más verdes y menos favorecidos en la planta. Esta primera selección se destina a la elaboración de un brandy de parcela (un proyecto independiente a La Barajuela). A partir de la primera semana de septiembre, empieza una selección de racimos. Los primeros días se van seleccionando los racimos totalmente maduros y se van depositando cuidadosamente en el suelo para empezar el asoleo. Como norma general los racimos con vocación de finos son vendimiados al principio de septiembre y tienen unas 24-36 horas de exposición al sol. Los que tienen vocación de olorosos son vendimiados al final de septiembre y tienen de 36 a 48 horas de asoleo.
Durante el mismo proceso de asoleo se van seleccionando los racimos según su evolución y se pasan a una pequeña prensa vertical donde se obtiene no más de un 35% de rendimiento. El mosto de la prensa se pasa directamente a bota sin desfangar y allí fermenta libremente. La fermentación puede durar hasta diciembre, con lo que los vinos no se deslían hasta febrero. Cada bota tiene una personalidad propia, marcada por la madurez de la uva y el grado de asoleo.
Se selecciona y se marca la vocación para pasar a crianza oxidativa o biológica. En el caso del fino se pretende que el impacto del velo de flor nunca rivalice organolépticamente con los aromas primarios del terruño. Por ello, el nivel de llenado de las botas es superior al usado en los últimos tiempos en Jerez, permitiendo así una menor superficie de velo. Esta parte del proceso es muy importante y se vigila durante toda la crianza, teniendo cada bota un nivel de llenado diferente dependiendo la levadura que naturalmente se haya implantado y en consecuencia como impacte esa crianza biológica en el vino.
CATA
En nariz se aprecian notas de soja y curry mezcladas con aroma a nueces maduras. Destaca un potente aroma yodado con sutiles notas marítimas y balsámicas. En boca es donde el vino marca el carácter del pago de Carrascal, de marcada amplitud, muy sápido y especiado. Con un leve amargor que lo hace muy largo en el postgusto.
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